Saturday, February 12, 2011

DOMINGO 6to DESPUÉS DE EPIFANÍA

13 DE FEBRERO DE 2011

Queridos Hermanos:

“Semejante es El reino de los cielos a la levadura, que cogió una mujer, y la mezcló con tres celemines de harina, hasta que fermentó toda la masa.” (San Mateo 13:33)

La levadura tiene la propiedad de convertir la harina en sí misma. Lo mismo sucede con las virtudes. Si guardamos la virtud de la caridad en nuestro corazón, actuara como levadura sobre la harina. Nuestro corazón se llenará completamente de esta virtud.

Menciono la caridad porque es esta la principal de todas las virtudes.

“Ahora permanecen estas tres cosas: fe, esperanza y caridad; pero la más excelente de ellas es la caridad.” (1 Cor. 13:13) no importa que otra virtud tengamos si nos falta la caridad. Sin esta todas las demás son vacías y sin ningún valor. Cuando todas las demás virtudes están envueltas de caridad brillan y sobresalen por su esplendor.

Hay muchas personas que practican las demás virtudes sin la caridad. Esta es la levadura de los Fariseos de la que nos previene Cristo, de estar alerta y evitar.

“ Ante todo guardaos del fermento de los Fariseos, que es la hipocresía” (san Lucas 12:1) todas las virtudes de los fariseos es hipocresía porque les falta la caridad.

Es la falta de esta caridad que da origen al pecado en este mundo. Para evitar cualquier pecado es necesario que tengamos caridad. Todas las mortificaciones y penitencias son sin valor alguno si están vacías de la caridad.

Si queremos conquistar a los demonios la llave es la caridad. Es una cosa muy buena expulsar los demonios lo cual les molesta demasiado, como dice san Juan Crisóstomo, los demonios se enojan mucho más cuando el alma está libre de pecados.

El mayor poder de los demonios es inspirar pecar: “si destruyes el pecado quebrantas los nervios de los demonios, has dañado su cabeza, has destruido su poder, has destruido a su ejército, has formado una señal mucho mayor que todos los milagros”

La caridad es la raíz de toda buena obra y la base de las demás virtudes. Sin esta virtud los mismos milagros serian incapaces de ayudarnos. Para vencer a los demonios, debemos evitar el pecado, y para lograr esto debemos tener caridad.

“La caridad cubre una gran multitud de pecados” (San Pedro 4,8)

Esta es la manera que debemos sepultar la caridad en nosotros mismos como lo hizo la mujer con la levadura. La caridad plantada en nuestro corazón se multiplicara en nosotros completamente expresándose en nuestras palabras, pensamientos y acciones. Llenos de caridad no tenemos espacio para el pecado. De esta manera vencemos a los enemigos de nuestra alma.

Nuestra alma es como el Reino de los Cielos, es miembro de este Reino y en nosotros el reflejo de este Reino, siempre y cuando no hayamos expulsado la caridad.

En San Mateo leemos: “Dos mujeres molerán en la muela, una será tomada y otra será dejada” (San Mateo 24,41) San Máximo dice que la Santa Iglesia es la mujer guarda la levadura en la harina, lo hace por medio de sus leyes, apóstoles, profetas, doctrina etc. Ella es la mujer que muele en el molino, la otra es la sinagoga. Esta otra mujer hace lo mismo pero le falta caridad, esta falta de la doctrina de Cristo, así que mientras que la mujer (la Iglesia) será llevada al Cielo la otra (la sinagoga) será ignorada y abandonada.

Lo que hemos dicho sobre estas dos mujeres y por la tanto de los dos Reinos, se puede aplicar directamente a nuestra alma. ¿Cuál levadura usaremos nosotros en nuestra alma, para que pueda multiplicarse? ¿Será la caridad y la Iglesia, o será la de hipocresía del demonio y el mundo?

Busquemos cosas mejores en que ocupar nuestra atención, enfoquemos todo nuestro ser en la simple virtud de la caridad, que es tan vital para nuestra felicidad eterna y que frecuentemente es ignorada. Todas las grandes obras que hagamos son nada si no tenemos caridad. Si tan sólo plantáramos esta pequeña virtud en nuestro corazón y alma en todo lo que hacemos (aún los actos más insignificantes) haremos actos merecedores y de gran valor al estar repletos de caridad.

Que así sea.