Saturday, May 18, 2013

DOMINGO DE PENTECOSTES

19 DE MAYO DE 2013

QUERIDOS HERMANOS:

El día de hoy se nos recuerda nuevamente sobre la forma de actuar del Espíritu Santo. Esta tercera Persona de la Santísima Trinidad, conocida también como el Dios del Amor, que ha estado con la Iglesia Católica desde sus inicios y continuara con Ella, hasta la consumación de los siglos.

El mundo y el demonio se encuentran muy activos buscando imitar y destruir las obras del Espíritu Santo. Hemos considerado los anti Cristo, los antipapas, pero muy rara vez nos ponemos a considerar el anti espíritu. Esto es con lo que estamos tratando con mayor frecuencia. Los demonios se nos presentan como ángel de luz, introduciendo de esta manera una falsa espiritualidad. Se burlan del Espíritu Santo, de esta manera, escandalizando a la mayoría que no es capaz o no quiere discernir los espíritus.

No existe la menor duda que hay un espíritu que mueve a los Modernistas, a los Cismáticos y herejías, pero no es el Espíritu Santo. Podremos llamar esta influencia sobre las falsas religiones como un anti espíritu. Así, como es apodado el demonio como el simulador de Cristo, de la misma manera los demonios se burlan del Espíritu Santo. Es necesario que haya el escándalo, como nos lo dice Nuestro Señor, (las falsas Iglesias, falsos Papas, falsos Cristo y falsos espíritus traen consigo abundantes escándalos), repetimos con nuestro Señor, hay de aquellos de quien viene el escándalo. Sería para estos mejor no haber nacido nunca.

En el ritual del Exorcismo de la Iglesia Católica vemos que los demonios son llamados “Maestros de los herejes”.

Debemos estar siempre alerta y probar el espíritu asegurándonos que no somos engañados. Los anti espíritus, como los anti Cristo y los anti Papas no dejaran nunca de buscar la forma de alejar las almas de Dios, la falsa “paz” y “bienestar” que acompaña el aceptar o reconocer estas falsas religiones vienen acompañadas del sacrificio de la verdadera paz y bienestar con Dios in el Cielo.
Leemos como en el Antiguo Testamento, después del Diluvio, que el hombre dudó de la Palabra de Dios, al construir una torre para escapar de algún otro diluvio en el futuro que Dios les mandare, y como castigo Dios dividió su idioma en lenguas. Lo que conocemos como la torre de Babel.

San Juan Crisóstomo nos dice como el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles como lenguas de fuego y dio a la Iglesia la capacidad para unir a la gente nuevamente.

Cuando Nuestro Señor les da a los apóstoles la orden de predicar a todas las naciones de la tierra, se encontraban con la disyuntiva de quien iría a donde. El Espíritu Santo aclara esto en día de Pentecostés por la lengua que le fue dado a cada uno.

Vemos nuevamente a los demonios imitando y burlándose del don de lenguas en las falsas religiones. Las personas palidecen, balbucean, se desfallecen bajo la influencia del espíritu, pero que no es el Espíritu Santo. El verdadero don de lenguas hizo a los apóstoles entenderse por sus compañeros: el don de los demonios es inteligible, no es otra cosa más que balbuceo diabólico.

Los demonios han estado tratando de dividir para vencer por medio de sus lenguas, como Dios dividió las lenguas de los hombres del Antiguo Testamento. Dios y la Iglesia están buscando unir en un solo cuerpo todas las lenguas.

Los demonios buscan falsificar y burlarse de las obras del Espíritu Santo en esta manera. Vemos el anti espíritu en el tentador conocimiento universal y aceptación de todas y cada una de las religiones falsas, acarreando el mal encaminado ecumenismo. La única religión que se le ha negado y reconocido o aceptación de Una Iglesia Mundial, es la Iglesias Católica guiada por el Espíritu Santo.

Celebramos este domingo de Pentecostés con admiración los dones del Espíritu Santo, dentro de la Iglesia, mientras que al mismo tiempo nos llena de tristeza saber cómo hay muchas personas que no escuchan al Espíritu Santo, al no escuchar a la Iglesia. Al declarar la libertad de su propio espíritu, su única devoción y su única religión, con esto dividen al rebaño de Cristo, luego entonces están destruyendo las obras del Espíritu Santo.

La Iglesia recibe a todas las personas, pero sólo cuando creen y son bautizadas. Quienes no creen y no son bautizados no tienen ninguna unidad real con el Cuerpo Místico de Jesucristo. Se debe creer todo lo que Cristo ha enseñado por medio de Su Iglesia. Negar una sola doctrina de esta es negar todas y consecuentemente negar a Jesucristo. Estos como nos lo dice San Pio X, ya no son miembros da la Iglesia, han sido expulsados. No puede haber ya ninguna unidad con esta gente.

En el rito del Bautismo la persona a ser bautizada renuncia al demonio y a todas sus obras para abrazar a Jesucristo y todo lo que Él hace. Para convertirse, el bautizado en enemigo de este mundo y del demonio y quienes están bajo la influencia de este. No hay ninguna unidad con estos ni la puede haber, nunca.

La verdadera unidad con el Espíritu Santo se logra sólo con la renunciación a los demonios y todas las falsas religiones, abrazando a Cristo y a su Iglesia, que es Una, Santa, Católica y Apostólica.

Así sea