Saturday, April 30, 2011

DOMINGO “IN ALBIS” 1ro DE PASCUA

1 DE MAYO DE 2011

Queridos Hermanos:

“Como infantes recién nacidos, desead ansiosamente la leche del espíritu”
(Introito 1 San Pedro 2,2)

Constantemente debemos desear y buscar nutrir espiritualmente nuestra alma.

Con frecuencia nos creemos lo suficientemente maduros para evitar todo deseo espiritual. Muchas veces pensamos: Está bien para las mujeres y los niños jadear sobre las indulgencias y dones espirituales, pero consideramos inapropiado para nosotros los de inteligencia madura y razonables.

El introito de hoy nos sugiere precisamente lo contrario, mientras mayor sea nuestra madures e inteligencia mayor debe ser nuestro deseo por la leche espiritual.

Tengamos en consideración que la leche a que hacemos referencia sea pura, no cualquier tipo de leche. La anarquía religiosa que impera por todos lados incesantemente promueve que cualquier tipo de espiritualidad es buena. Se nos dicen cosas como “todas las religiones son iguales” “todos creemos en el mismo Dios” “mientras sean sinceras tus intenciones” “acude a la iglesia de tu preferencia” etc. etc. Todo esto son falsedades, esta mentalidad promueve la leche espiritual pero no pura y saludable. Es más bien una leche amarga y que atenta contra la salud.

Los apóstoles y aún el mismo incrédulo, Santo Tomás, buscaban leche espiritualmente saludable. Les ocasiono algunos problemas, especialmente a santo Tomás, sin embargo todo fue para su beneficio y bienestar. Fueron alimentados con leche espiritual por
Jesucristo antes de Su crucifixión, sin embargo no se nutrieron de esta inmediatamente, ya que estas cosas les fueron ocultas por un tiempo.

Vemos que ahora buscan y desean estar con Jesucristo, cuidando que su doctrina sea pura y verdadera. Ya no desean ser engañados de ninguna manera, al grado de no confiar ni en ellos mismos. Razón por la cual Santo Tomás desea ver escuchar y tocar el cuerpo de Nuestro Señor y sentir sus heridas. Ese deseo ardiente por la verdad es lo que nos ha dado certeza hoy a nosotros.

Lamentablemente observamos que la mayoría que se dice cristiano hoy día están interesados en todo menos en que esta leche espiritual sea pura y verdadera. Han desechado todo lo que n complace sus caprichos. Una indiferencia fría ante Jesucristo y la Palabra de Dios los ha alejado de la verdad. La verdad la han reducido a una mera teoría y está colocado “científicamente” en la idea de relatividad. Consecuentemente Dios que es la Verdad, se convierte en algo relativo.

Vemos en estos individuos la tibieza de que habla nuestro señor Jesucristo cuando dice; los vomitará.

Es probable que quienes busquen la verdad cometan errores, como lo hizo santo Tomás, pero finalmente alanzara y lograra lo que le sucedió a este mismo santo Tomás. Se nos dice que busquemos y encontraremos, tocar y se os abrirá, pedir para que se nos dé. Todo esto implica un deseo ardiente por lograrlo.

En esta cacofonía de falsedad o/y espiritualidad contaminada, debemos estar insistentemente buscando la verdad de Jesucristo y Su verdadera Iglesia. Es posible ser desviados o engañados por un tiempo, más si permanecemos insistentemente buscando la verdad, lograremos encontrar el objeto de nuestro deseo. Dios no puede rechazar a quien lo busca con tal amor.

Debemos estar constantemente alerta para no caer en l tibieza o algo peor, el indiferentismo. No debemos conformarnos con verdades a medias, es decir mentiras, o palabrería falsamente piadosa.

Los demonios son excelentes fabricantes de falsas religiones. No les incomoda la cantidad de cristianos o católicos, solo de nombre. Adoran crear sectas y herejías. Siempre hay incautos que caen en sus anzuelos para ser envueltos en las falsas religiones o falsa espiritualidad.

La Iglesia siempre ha tenido que luchar en contra de estas falsas religiones y formas erróneas de espiritualidad. Al principio la Iglesia tuvo que defender las dos naturalezas en una sola persona de Cristo, continua en esta misma lucha en contra de la revolución protestante y más recientemente contra el indiferentismo modernista y mientras estamos soportando estos errores, nuevos surgen cada vez más con el Novus Ordo y la gran cantidad de sectas “tradicionalistas” que surgieron supuestamente con la finalidad de mantener la verdad que el Novus Ordo desechaba.

Tal parece que hay una religión para cada gusto y deseo, igualmente parece que cada día surge una nueva, razón por la cual debemos desear ser siempre alimentados por la leche espiritual genuina y verdadera que ha de nutrirnos por toda la eternidad.

Asi sea.

Saturday, April 23, 2011

DOMINGO DE RESURECCIÓN

24 DE ABRIL DE 2011

Queridos Hermanos:

Este es un día glorioso para los que verdaderamente aman a Dios. Quienes aman a Jesucristo lo han seguido hasta la Cruz y de esta, al sepulcro, y ahora, el día de hoy del Sepulcro a la vida eterna.

No existe la resurrección sin la muerte previa. Hemos muerto con Cristo, cuando fuimos bautizados o nos quitamos al hombre viejo, (la vida de pecados) y nos convertimos en una nueva creatura en Cristo. Hemos seguido la orden de nuestro señor Jesucristo, de tomar diariamente nuestra cruz y seguirlo. Al negarnos a nosotros mismos hemos muerto a nosotros mismos, por lo tanto es justo y correcto que resucitemos a una nueva vida con Cristo.


Es verdad que Cristo ha resucitado de entre los muertos y que nosotros también resucitaremos de entre los muertos. Nuestra resurrección será gloriosa si verdaderamente hemos renunciado y muerto a nosotros mismos y a este mundo. Si hemos fallado en morir a nosotros mismos y a este mundo y hemos sólo sufrido una muerte física, nuestra resurrección será terrible y miserable, porque resucitaremos para nuestra eterna condena.

El día de hoy celebramos la resurrección de Jesucristo y en ella buscamos imitarlo.

Esperamos que en Su misericordia nos de la gracia de morir con Él para resucitar con Él. No nos es suficiente creer en Él, debemos imitarlo, debemos fundar nuestra vida en la de Él.

Muchos celebraran Su resurrección, el día de hoy, pero no tomaran parte de Su sufrimiento. Desean seguir a Cristo en Su gloria, mas no es Su sufrimiento.

Acudirán a la Iglesia este domingo, pero el resto de la semana, meses o años, se entregarán a la vida hedonista y total olvido de Dios. Buscan placer físico y material a costo de lo espiritual. Por lo tanto acuden a esta celebración haciendo de su asistencia, falsa y un fraude. Esta, no es, la manera de vida de un verdadero cristiano.

Sólo quienes han pasado el tiempo de cuaresma y más importante, estos últimos días, con Jesucristo pueden verdaderamente regocijarse y beneficiarse de la festividad de hoy.

Quienes han hecho nacer el sufrimiento de Jesucristo en ellos mismos, por lo menos en su corazón, acuden apresuradamente con un gran júbilo, como lo hicieron las mujeres que acuden a San Pedro y los demás apóstoles, para decirles lo que ha sucedido. Verdaderamente, no existen palabras, para expresar los sentimientos que envuelve el corazón de los que aman a Cristo de esta manera.

Así como sufrió en este mundo Lázaro, así fue su recompensa en el cielo, y el hombre rico sufrió mucho mas por todos los beneficios materiales con que contaba e este mundo. Lo mismo aplica a todos nosotros. Si no sufrimos ahora, por el amor de Dios, como lo hizo Lázaro, es claro que sufriremos en el infierno como lo hace el rico.

Recordemos que este hombre suplica a Abraham permitirle a Lázaro regresar y prevenir a su familia, para que eviten el castigo. Abraham le dice que su familia tiene la revelación de Moisés y los profetas y que si no han escuchados a ellos mucho menos escuchará a quien regresa de la muerte.

Nosotros de igual manera contamos con Moisés y los profetas, además Jesucristo ha resucitado de entre los muertos. Si el hombre rico no tiene excusa por no corregir sus vidas, luego entonces los que viven ahora en la forma incorrecta que lo hacen, menos tendrán excusa. Tal vez será peor para quienes usando la Resurrección de Jesucristo como excusa, sea mucho más ofensivo a Dios.

No rompamos nuestra penitencia con sobre jubilo y excesos, aunque sea tiempo de celebrar. El propósito real de esta celebración perderá su sentido si utilizamos estos momentos para ofender a Dios. Los modernistas materialistas están todos a nuestro alrededor. No es malo tomar un gozo moderado de las cosas materiales con las que contamos en este mundo, pero es necesario que santifiquemos estas cosas por lo menos asociando o viendo simbólicamente a Cristo en ellas.

Pasado el invierno, salen los conejitos de sus madrigueras en la tierra, lo que sugiere la resurrección de Cristo. Los pollitos deben romper el cascaron y representar para nosotros la Resurrección. Los dulces y todo tipo de azucares nos deben sugerir la dulzura y bondad del Cielo y todos los beneficios que Dios nos da, etc.

En este tiempo de alegría, santifiquémonos buscando y viendo a Dios en todo nuestro alrededor. Veamos Su bondad en nuestras alegrías y sufrimientos, en nuestros placeres y dolores. Hagamos todo por el amor de Jesucristo para que de esta manera nuestra alegría de pascua sea tan benéfica para nosotros como la penitencia, sacrificios y sufrimientos de cuaresma.

Así sea

Saturday, April 16, 2011

DOMINGO DE RAMOS

17 DE ABRIL DE 2011

Queridos Hermanos:

La venida, de Nuestro Señor Jesucristo, a este mundo fue tanto para el beneficio de los Israelitas como de los gentiles. Tanto el asno con su portillo que no había sido montado, ambos fueron puestos a disposición de Jesús. El uno y el otro representan, para nosotros, los Israelitas que estaban sujetos por la Ley y los gentiles que estaban libres de esta.

En ambos casos, los apóstoles que envió Jesucristo, fue para que liberaran a unos e invitaran a los otros, a que ambos se le unieran. No importa tanto si consideramos a uno sujeto a la Ley de Moisés o al otro sujeto al pecado. Ambos el que está sujeto por el pecado y el hombre justo acudieron a Jesucristo por medio de los apóstoles. En cualquier situación en la que nos encontremos nosotros, el único camino a Jesucristo es por medio de Sus apóstoles, sin estos no hay Iglesia, por lo tanto no hay Sacramentos o Sacrificio.

Es sobre las espaldas de los pecadores y justos que Jesucristo es llevado a la ciudad. Todo el género humano ha llevado a Jesucristo a la ciudad donde debe sufrir y morir. En esta ocasión, sin embargo, es de gran júbilo y celebración. Jesucristo es bienvenido como Rey. Razón para que nos regocijemos al ver nuestra salvación ya próxima. Pero es, al mismo tiempo, una razón para llorar nuestros pecados ya que estos han puesto en movimiento la muerte necesaria de Jesucristo en la Cruz.

La liturgia de este día muestra ante nuestros ojos, vivamente, el evento que nos lleva a la Crucifixión. De la misma manera que se presento la gente en Jerusalén, debemos hacer nosotros acto de presencia, en la manera de lo posible, para presenciar las ceremonias de Cuaresma que se llevaran a cabo esta semana. Sigamos a Jesucristo espiritualmente en estos días, con la esperanza de incrementar nuestro amor por El y, con gran valor tomar diariamente nuestra cruz para imitarlo, con gran amor.

Frecuentemente, nuestro amor por Dios, es transitorio, como lo vemos e la gente de Jerusalén. El día de hoy proclamamos nuestro amor eterno, dando la bienvenida a nuestro Rey y al poco rato gritamos pidiendo Su sangre, por nuestros pecados.

!Que falsos somos, realmente!.

Debemos estar pidiendo a Dios por la gracia de perseverar en este amor.

Ahora bien, en medio de esta celebración y júbilo de la bienvenida de nuestro Rey, debemos prepararnos con actos de gran mortificación y penitencia. Debemos renovar nuestros actos de Fe, esperanza, caridad y contrición. Debemos imprimir en nuestro corazón y mente la imagen viva de Jesucristo y lo que le ha costado a Él salvarnos de nuestros pecados. Vino a nosotros, cuando ya no teníamos forma de ayudarnos nosotros mismos o recibir ayuda de alguien más. Estábamos completamente perdidos y, en Su misericordia y amor nos levantó de nuestros pecados y nos coloco sobre Sus hombros.

No es suficiente tener los crucifijos colgados en nuestras paredes o guardado en algún armario, debemos tener esta imagen siempre presente en nuestro corazón y mente para jamás alejarnos de Él. Dios siempre está pensando en nosotros. Lo ha hecho desde toda la eternidad. Vino Jesucristo a este mundo, con nosotros en mente. Fue a Jerusalén a morir por nosotros. Siempre estuvimos en Su mente. Lo dio todo, por nosotros. Vivió y murió por nosotros.

Considerando todo esto, no es mucho pedir, el que estemos siempre pensando en El. No es mucho pedir el hacer todo por Su gran honor y gloria. No es mucho pedir amarlo con todo nuestro ser. Nuestra razón nos dice que por lo menos debemos hacer eso, ya que no podremos nunca pagarle todo lo que ha hecho por nosotros.

Conforme tomamos nuestras palmas benditas, recordado la entrada triunfal de Jesucristo a Jerusalén, unámonos a nuestra Santa Madre la Iglesia en la terrible pasión y muerte de nuestro señor Jesucristo. La alegría y tristeza van mano a mano.

El amor tiene su alegría, luego llega el sacrificio y el sufrimiento para ser recompensado posteriormente con un mayor gozo y alegría. Este es el camino tomado por Jesucristo y el camino que nos está invitando seguir. Entreguémonos completamente a Él para que no nos desanimemos mañana, para que cuando llegue la tristeza, el dolor y el sufrimiento podamos soportarlo. Si podemos perseverar en este amor, a pesar de todos los sufrimientos, con Jesucristo en nuestra vida diaria, encontraremos, sin lugar a dudas, la felicidad eterna con Él en el Cielo.

Que así sea

Saturday, April 9, 2011

DOMINGO DE PASIÓN

10 DE ABRIL DE 2011

Queridos Hermanos:

El día de hoy, volteamos nuestra mirada, hacia el momento en la historia en la que el hombre tuvo que definir y demostrar si estaba con Dios o en Su contra. Vemos a los demonios trabajando arduamente para engañar y confundir. Se han hecho tan competentes en sus formas que han tenido éxito al lograr que el hombre acuse a Dios de estar poseído o ser un demonio. Estos pobres individuos se han convertido en una masilla en las manos de los demonios al blasfemar en contra de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad.

Tan ridícula e irracional que esta acusación es, (como lo señalo Jesucristo), existieron muchos que fueron atrapados en esta amenaza diabólica. Sólo quienes cooperaron con la gracia del Espíritu Santo fueron preservados de este mal.

El día de hoy, estamos nuevamente en este parte aguas. Constantemente nos están sugiriendo, los demonios, que Jesucristo no es real, o que es sólo un buen hombre o profeta. Nos harán creer casi todo y de todo sobre Jesucristo, menos que El es Dios hecho Hombre.

Los demonios son muy astutos al promover esto de manera sutil y en algunas ocasiones, abiertamente promueven esta idea en las noticias, religiones y los medios de comunicación y entretenimiento. Existen muchos credos diversos, sobre Jesucristo, lo cual complace muchísimo a los demonios. No les importa en que creamos siempre y cuando no lleguemos a la verdad. Por lo tanto vemos como las herejías y las mentiras se multiplican sin fin por todos lados.

La gran cantidad de religiones “cristianas” son un claro testimonio de esto. Han tomado el Cuerpo Místico de Jesucristo. (La Iglesia) y la han dividido en muchas pequeñas sectas y grupos con el fin de destruirla.

Sin importar cuantos se separan o se dividan de la verdadera Iglesia, Esta permanece, por ser una sola con Jesucristo. La Iglesia permanece sola como lo hizo Jesucristo. Existe una gran cantidad de calumnias y ofensas inferidas contra la Iglesia de la misma manera que sucedió con Jesucristo, tal y como lo vemos en el Evangelio de hoy. Esto ha ocasionado algunas rupturas dentro de ella, pero jamás podrá destruirla, porque Jesucristo ha prometido permanecer con ella hasta la consumación de los siglos.

Aún, si la Iglesia es reducida a tan sólo un número mínimo de almas, es con ella y en estas que Jesucristo permanece. Los primeros herejes se separaron de la verdadera Iglesia, posteriormente lo hicieron los protestantes, luego los modernistas del Novus Ordo tomaron la decisión de separarse de Ella y de Jesucristo, y aún la mayoría de los que se denominan “tradicionalistas” han seguido este caso.

No ha sido por vanidad u orgullo que Jesucristo les dice que no está poseído por el demonio y que honra a su Padre, y que ellos no lo conocen. Si conocieran al Padre conocerían a Jesucristo. Lo mismo sucede hoy con la Iglesia Católica, es acusada de estar poseída por el demonio, porque la mayoría no quiere perder su poder mundano, prestigio o posición social. Ella al igual que Jesucristo le dice al resto de mundo, como lo hizo Jesucristo. “Ustedes no lo han conocido, yo lo conozco”.

Es muy angustioso para nosotros tener que enfrentarnos al mundo. Pero es ocasión es de mucho más temor no permanecer con Jesucristo y Su Iglesia. Así como es de tontos acusar a Jesucristo de estar poseído por el demonio, lo es acusar a la Iglesia de estar equivocada.

Negar una doctrina de la Iglesia es negar a Jesucristo y separarse de Dios y la salvación. Las antiguas herejías de los primeros días se han reformado a las condiciones de la sociedad actual. Algunas dicen que Jesucristo no es Dios, otras que, no es realmente humano. Algunas dicen que todos somos Jesucristo y todo es Jesucristo, (como el panteísmo sólo que ahora es pan cristianismo) algunos afirman que Jesucristo es sólo una idea ficticia, etc. Y luego aparecen los “promotores de la paz” que dicen que no importa realmente lo que creamos, lo que verdaderamente importa es que nos la llevemos bien. Llegan incluso a decir que es eso lo que Jesucristo siempre quiso, si estuviera aquí con nosotros.

Todo esto, son mentiras, por lo que la Iglesia Católica se opone totalmente diciendo con Jesucristo: “si estuviéramos de acuerdo con esto, seriamos igualmente como ellos, mentirosos”

El demonio y todas las falsas religiones guiadas por el demonio levantarán piedras para apedrearnos, sin embargo, debemos permanecer firmes, sabiendo que estamos en manos de la protección de Dios. En algunas ocasiones pareciera que estamos alejados y ocultos a estos enemigos, sin embargo, en algunas otras debemos sentir y recibir sus ataques. En todo momento, debemos recordarlo, contamos con Jesucristo.

La Iglesia católica conoce a Jesucristo y El la conoce a ella, de la misma manera que Jesucristo conoce al Padre y el Padre lo conoce a Él.

Amen.

Saturday, April 2, 2011

DOMINGO CUARTO DE CUARESMA

3 DE ABRIL DE 2011

Queridos Hermanos:

Nuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo y como tales requieren mantenimiento y reparación. Esto lo vemos claramente en las casas y edificios en general, a nuestro alrededor, los cuales sin esta diligencia pronto estarían destruidos o en situaciones difíciles de subsanar. Lo mismo sucede con nuestro cuerpo y alma.

Desde la caída del hombre vemos que todo tiende a su propia disolución. Nosotros incluidos. Nuestros cuerpos deben estar siempre nutridos y recibir el descanso adecuado para restaurar el desgaste sufrido. Lo mismo sucede con nuestra alma.

Influenciados por el demonio, el mundo desordenado y nuestra propia naturaleza caída hacen que nuestra alma se incline más hacia la maldad (falta de lo bueno) en lugar de inclinarse a Dios. Por lo tanto, debemos estar vigilantes y alerta por todo lo que pueda dañar nuestra alma, debiendo en consecuencia nutrir nuestra alma para que sea templo digno del Espíritu Santo.

San Agustín nos dice que, el milagro que Jesucristo realiza en el evangelio de hoy, es nada comparado con el milagro de nuestra continua existencia. El mero mantenimiento de este mundo y nuestras vidas es un milagro mucho mayor que la multiplicación de los panes y pescado.

El milagro de cada semilla, el potencial de vida y fruto de esta es un milagro mucho más allá de nuestra comprensión, sin embargo por ser tan común nunca lo vemos o nos detenemos a reflexionar sobre ello. La flora, la fauna, la regularidad de las estaciones, la rotación de la tierra, los planetas etc. Deberían llenarnos de apreciación y amor por Dios que ha creado y mantiene todo esto.

Vemos el constante decaer y acabar de muchas cosas, sin embargo a través de un milagro de la bondad de Dios, la vida continua.

Nuestra alma, si observamos detenidamente está sujeta a muchas faltas, fallas y a una destrucción eterna, sin embargo Dios en su bondad nos ofrece constantemente una y otra vez el milagro de Su gracia y vida.

Se nos ha dado en este tiempo de cuaresma la oportunidad de examinar nuestra vida para ver el desorden, decadencia y destrucción en que vivimos; para empezar nuevamente con la reconstrucción y reparación de todo lo que está dañado en nuestra alma. Dios nos ha dado los medios para hacer esto por medio de los sacramentos, la penitencia, la oración, la limosna etc. Ahora durante este tiempo de cuaresma es tiempo de humillar nuestro espíritu orgulloso y reconocer nuestra nada. Una vez hecho esto, en un espíritu de penitencia podemos empezar a ofrecer sacrificios en reparación de nuestros pecados y tropiezos.

Nuestra alma es alimentada y nutrida frecuentemente a costa del sacrificio de nuestro cuerpo. Esta es la razón por la que necesitamos del ayuno y dar limosnas, luego entonces debemos controlar nuestra vanidad para establecer en nosotros la obediencia humilde.

Si sólo buscamos construir y mantener nuestro cuerpo acosta de nuestra alma, perderemos ambos en el fuego eterno. Si perdemos este cuerpo por el amor de Dios, eventualmente estaremos salvando tanto el cuerpo como el alma para el Cielo.

San León El Grande dice: “que nadie desprecia la bondad de Dios, porque sus propios pecados van sin castigo (Rom. Li 4); y piensa que por no haber recibido su ira no ha ofendido a Dios. Los días de gracia de esta vida mortal no son prolongados, ni el tiempo extendido para las tonterías del corazón antes de pasar las penas del castigo eterno, a menos que mientras que la justicia detiene su mano, busquen la medicina de la penitencia”.

Dios ha multiplicado nuestros días en este mundo, de la misma manera que multiplicó el pan y los pescados, para alimentarnos, reparar y reconstruir nuestra alma como Su templo viviente. Si somos fieles recibiendo lo bueno que nos ha dado, algún día seremos perfectos en Su misericordia y perdón, para poder ser dignos de entrar a Su Gloria en el Cielo. Si rechazamos esta gracia y evitamos humillarnos y hacer penitencia estaremos dejando a nuestra alma morir de hambre y no sólo la muerte primera sino la segunda en el Infierno

PAZ Y BIEN